Qué tienen en común Cristóbal Colón, los Beatles, Nelson Mandela, el Rey Hussein de Jordania, el Dalai Lama, Roger Moore, Julio Iglesias y Nahyan bin Mubarak Al Nahyan? Un nombre femenino: Viviane Ventura, una colombiana que sin serlo por filiación, sino por sentimiento, ha tenido una existencia fascinante, digna de ser contada.
Viviane Ventura, es colombiana no por nacimiento, sino por derecho. No es coincidencia que esta actriz, modelo, celebridad y autora británica, nacida en Londres, en muchas páginas, sea reconocida como colombiana. La verdad es que Viviane Ventura, cuya vida es de una extraordinaria riqueza para cualquier biógrafo, admite que tuvo una infancia y una juventud maravillosas en Colombia, país al que sigue muy vinculada por razones familiares, empresariales, pero ante todo por lazos de cariño y amistad.
Viviane Ventura nació en Londres el 5 de diciembre de 1945, recién terminada la II Guerra Mundial, pero a los pocos meses se radicó con su familia en Colombia, en donde viviría durante los siguientes 13 años, en tres diferentes ciudades de la diversidad colombiana, Barranquilla, Medellín y Bogotá. El padre y los tíos de Viviane fundaron uno de los laboratorios más tradicionales de Colombia, Lafrancol (Laboratorio Franco-Colombiano).
Fue así como Viviane se crió en Colombia en un ambiente muy tolerante, pues en su casa se practicaban tres religiones (judía, anglicana y católica) y se hablaban tres idiomas (inglés, francés y español). Su padre siendo británico era francófilo, por lo cual, no extraña ni el nombre del laboratorio ni que su hija estudiara en el Liceo Francés de Bogotá.
A su regreso a Londres, ingresó en la Real Academia de Arte Dramático y rápidamente inició su carrera cinematográfica en películas como High Wind in Jamaica con Anthony Quinn o en series de televisión con Roger Moore, de quien guarda gratos recuerdos. Viviane sería exitosa modelo y figura icónica de los sesenta, no en vano fue mascota oficial de la Selección británica de fútbol que ganó el campeonato mundial de 1966 y alternó con los Beatles en una de sus películas, convirtiéndose en su amiga. Fue pionera del movimiento Me Too, pues a pesar de la prometedora carrera en el cine, rompió un contrato con la 20th Century Fox, por no acceder a requerimientos de productores, que no tenían nada que ver con la actuación.
Viviane Ventura teniendo raíces judías, sefarditas para más señas, ha tenido muy buena relación con algunos de los líderes árabes más importantes como el Rey Hussein de Jordania, con quien tuvo un serio romance que no terminó en matrimonio, porque los asesores del monarca le aconsejaron que no le convenía para su imagen, comprometerse con una mujer de ascendencia judía, estrella de cine y divorciada. Las raíces judías de Viviane, pasan incluso por Abraham Ventura, de quien se dice le ayudó a Cristóbal Colón en su empresa naviera.
Aquella tolerancia y libertad que aprendió en Colombia, le resultó fundamental a Viviane en su relación con el medio oriente. Sus dos hijas tienen nombres con resonancia árabe, Sheherazade y Jasmine, fue muy cercana del empresario Adnan Kashoggi y se declara amiga de Nahyan bin Mubarak Al Nahyan, Ministro de Cultura, Juventud y Desarrollo Social de los Emiratos Árabes Unidos con quien hablaba de la normalización de las relaciones entre Israel y su país, como ha sucedido. Sin proponérselo, Viviane Ventura ha sido diplomática de ocasión y quizás más efectiva que algunos profesionales.
Gracias a su desenvoltura social y al manejo de las relaciones públicas, Viviane Ventura ha trabajado con figuras políticas como el líder sudafricano Nelson Mandela o el cantante español Julio Iglesias, a quien le presentó a su esposa Miranda Rijnsburger. La colombo-británica ha sido también reportera realizando varias entrevistas para la revista española Hola, entre las cuales, recuerda una anécdota con el Dalai Lama, pues estando en el hotel en donde se hallaba hospedado, Viviane se indispuso y la llevaron a la habitación del líder espiritual budista, ella se quedó dormida y al despertarse, escuchó que alguien le preguntaba si se encontraba bien, era el Dalai Lama, en lo que fue el inicio de un reportaje muy sonado en aquella época.
Viviane Ventura es políglota, habla con fluidez inglés, francés, español, italiano, alemán y algo de árabe. Su hija Sheherazade Goldsmith (Bentley) es una reconocida ambientalista. Como autora, Viviane ha publicado una novela titulada “April Fool” y un libro que en su momento fue un best-seller, “Guide to Social Climbing”, que como su nombre lo indica era una especie de manual para quien quisiera ascender socialmente.
Viviane Ventura sigue muy activa, acudiendo a los veranos de Marbella en España, en donde goza de gran reconocimiento y está preparando sus memorias, en las cuales, seguramente aparecerán algunas de las anécdotas mencionadas en este artículo. Porque la vida de esta colombiana de corazón, no se agota en una columna, posiblemente ni siquiera en un libro. Excepcional.
Twitter @dixonmedellin
Por: Dixon Acosta