Las democracias se tambalean – A estas alturas del partido no soy sospechoso de ser un “Bot”, ni pertenezco a ningún partido político, (ni a este lado del Mundo que presume de ser el primero, ni allende de los mares que se arrastra bajo el paso de los paises mas poderosos).
Soy un ser libre, siempre lo he sido, solo me juzga y me retiene mi conciencia, mi sentido de la lealtad y el deber: una cruel y dura jueza que me ha llevado a vivir varios años encerrado en la prision de mis miedos, soledad y dudas.
Bajo esta apariencia de superficialidad y marcada estética de ochentero ya trasnochado, se esconde y se camufla un enmascarado guerrero del teclado, un defensor de causas justas y un voluntario de ayuda en causas humanitarias. Pero sobre todo, un defensor de la libertad y la Democracia, en VeneZuela y hoy tristemente en España.
Llevo más de una década luchando en los grupos de la Resistencia venezolana contra la Dictadura, con consecuencias no siempre positivas, en diferentes medios y canales, desde la que fuera una pequeña tribuna en el Diario Vasco, en Noticiero Digital, en Zello y desde hace diez años en Twitter, con más soldados y seguidores que muchos periodistas y políticos españoles, …
Pocos saben de esta lucha, creo que cuatro o cinco íntimos amigos, y por mi seguridad y tranquilidad deseo que siga siendo así ! Ellos son parte de esta lucha, me apoyan, sostienen y acompañan.
Hoy a todos los que denunciamos los abusos de los Gobiernos nos acusan de ser Bots, y ponen en funcionamiento toda la maquinaria del Estado, todos los recursos legales, judiciales, para que toda una legión al servicio de Goebbels nos haga callar y negar un atropello nacional, una barbarie jamas vista, un país que se desangra de norte a sur, bajo la mano negra de una dictadura que cae desde el Estado y pretende imponer una férrea censura, limitando críticas, denuncias y las mentiras que provienen de miembros del Gobierno.
Las democracias se tambalean
Sociedad
Hoy somos decenas de miles los que desgraciadamente hemos perdido un ser querido por el Coronavirus, amigos o familiares próximos, por la única culpa de la inanición de una clase política al servicio de intereses personalísimos, bajo la bandera de la Justicia, la defensa en las calles de los Derechos y la redistribución de la riqueza o las falsas promesas de un país más próspero…
Muertos que inundan los depósitos de cadaveres como si fuera la terraza de Café de Paris en Monaco, el café Cote de Paris o El Barrio de Las Letras en Madrid. Baile de muertos anónimos, sin número, sin causa de defunción definida, muertos invisibles para las estadísticas y para el propio Estado. Enfermos abandonados en Residencias o en sus domicilios particulares sin medicinas ni atención mínima, ..
Desahuciados abandonados a la fría soledad de una condena mortal por la falta de previsión, y cautela de unos Gobiernos sólo preocupados por sus cargos y en mantener sus abultados salarios ..
Mucho estamos aprendiendo del valor de miles de ciudadanos al entregar sus vidas por un mísero salario! dependientas, personal de limpieza, sanitarios, transportistas, médicos .. y lo más triste; lo que nos queda por luchar para salir de esta crisis, las más violenta desde la Segunda Guerra Mundial, una contienda que ni siquiera ha comenzado a sobrevolar sobre nuestros tejados y que no sabemos las fatales consecuencias que arrastrará consigo.
Mientras desde el refugio de nuestro salón, cuarto o cocina inventamos mil maneras de ocupar el día, leyendo, riendo, cocinando o saltando como un payaso para no pensar, para terminar diciendo: “Mañana será otro día…”
Al tiempo que nuestras democracias se tambalean, los Derechos civiles, la libre circulación, la propiedad privada, la libre expresión, la economía, la estabilidad del Estado, su forma y su gobierno se desliza al abismo de las Dictaduras más férreas, pero para los ciudadanos europeos, enfundados en su bata diaria y en zapatillas de andar por casa, todo lo que dicen sus gobernantes europeos es: una garantía de seguridad y tranquilidad, y como cada tarde, a las 8 salimos aplaudir, ciegos, mudos, ignorantes de lo que nos viene y acecha, sin exigir responsabilidades ni condenas a toda la clase política que permanece muda ante este desastre nacional.
Hoy desperté pensando que todo esto era una pesadilla que estaba nuevamente en Venezuela!
Por Sancho Romacho
1 Comentario