S.A.R El Príncipe Dimitri Nicolas Paul George Marie. Príncipe de Yugoslavia es hijo de el Príncipe Alejandro de Yugoslavia y de la Princesa María Pía de Saboya. Su abuelo el Príncipe Paul fue regente de Yugoslavia en los años 30.
Es descendiente de Catalina la Grande, Luis XIV, Carlomagno, los Medicis y esta emparentado con todas las casas reales europeas. Su tatarabuelo paterno fue el Gran Duque Vladimir de Rusia, patrón de la vanguardia y fundador de los Ballets Rusos. Su bisabuela, la Gran Duquesa Elena Vladimirovna de Rusia, había heredado todos los diamantes que pertenecían a su madre, la Gran Duquesa María Pavlovna. Después de la Revolución Rusa, algunas de estas joyas fueron adquiridas por la Reina María de Inglaterra y hoy pertenecen a la actual Reina, Isabel II.
No es de extrañar, por tanto, que el amor de Dimitri por las joyas data de su infancia. Cuenta que su pasión por las gemas nació cuando tenía 5 años cuando vio a su madre ponerse sus joyas de esmeraldas antes de asistir a un baile en París. Esto despertó en él la pasión por las joyas y fomento un buen ojo por la calidad, el estilo y la tradición en la joyería.
Las colecciones de joyas de las familias reales no tuvieron rival por su exquisita belleza, el tamaño de sus perlas y la exquisitez de las gemas. Son míticas las creaciones que la Casa de Faberge realizo para la familia imperial en Rusia así como las fabulosas creaciones para las familias reales de la India de casas como Cartier, Boucheron y Chaumet.
El príncipe se crio en Versalles, asistiendo a internados en Francia y Suiza. Se graduó de la Universidad de París con una licenciatura en derecho comercial. En 1983 se traslado a Nueva York donde reside en la actualidad. Comenzó a diseñar joyas en 1999, con una colección de gemelos de piedras preciosas que se vendieron en Bergdorf Goodman y Saks Fifth Avenue. También diseñó una línea de joyas que se vendieron en Barneys New York y Neiman Marcus. Ha diseñado para Asprey en Londres y ha realizado colecciones especiales para otros joyeros importantes americanos.
Fundó su empresa Prince Dimitri Company, en 2007 después de dieciséis años como vicepresidente senior de joyería con Sotheby’s y más tarde como jefe de joyería en las casas de subastas Phillips de Pury y Luxemburgo. Con su empresa de joyería, ha podido realizar su propia visión, que se deleita en su amor por las piedras preciosas; la yuxtaposición de materiales y colores inusuales; formas imaginativas y prestar atención a los detalles y a la excelente artesanía.
Desde su atelier en el Upper Eastside de Nueva York, Dimitri crea joyas tan deslumbrantes como las ramas de su árbol genealógico. Sus joyas son piezas de arte intensamente individuales. Juega con piedras porque ve las ricas imágenes del universo natural; la magnificencia de palacios como Versalles; motivos de diseño que se remontan a China, India y Persia; símbolos astrológicos y signos de órdenes divinas. Cada joya es un tesoro con secretos y símbolos.
No sorprende que sus joyas formen parte de las actuales colecciones de las familias reales y que la Reina Doña Letizia tenga unos preciosos pendientes en forma de cruz creados por el Príncipe aunque una importante parte de su clientela es americana. En cualquier caso, todas las personas con buen gusto y con capacidad financiera tienen acceso al encanto chispeante de las creaciones del Príncipe Dimitri.
Por: Carlos Mundy