El confinamiento del artista Tomás Baleztena – Nacido en Madrid con herencia española y británica , su obra en la mayoría de las ocasiones ha sido un reflejo de su vida. Ha hecho un nombre mundial con un enfoque único, emotivo e increíblemente personal de su trabajo. Proveniente de una prestigiosa familia Navarra que tuvo gran protagonismo en las revoluciones carlistas del siglo XIX, quizás por eso su obra respira un sentimiento de lucha.
Su familia paterna es oriunda de las montaña de Navarra, en el norte de España, donde residían en un palacio del siglo XVII de gran carácter, Su familia no se contentó con ser espectadores de la historia. Cuando el rey Fernando VII murió en 1833, la familia defendió su derecho al trono a lo largo de una serie de guerras civiles españolas que se libraron hasta 1939.
El confinamiento del artista Tomás Baleztena
Esos momentos crudos de la historia estaban muy alejados del joven Baleztena cuando se mudó de Madrid a Londres para estudiar bellas artes y hacerse un nombre en la escena de los clubes nocturnos de Brixton. A pesar de la dificultad que los angloparlantes tienen con el apellido, en español una ‘z’ se pronuncia como una ‘th’ cuandi precede a una ‘t’, puede resultar divertido ver a los angloparlantes atrapando su lengua entre sus dientes tratando de navegar por esa serie de consonantes.
Tomás Baleztena comenzó a ganar notoriedad en la escena artística después de que su obra fuera seleccionada para dos de los premios de arte más importantes de Europa. Primero fue el BP Award y luego el premio BMW. En ese momento, el Brixtoniano adoptado ya se estaba estableciendo como un pintor al óleo significativo y notable a tener en cuenta.
Desde aquellos primeros días despreocupados, Baleztena ha ido exponiendo por todo el mundo. Los Ángeles, Londres, Milán, Madrid, Doha, con una base creciente de fans y celebridades creciendo en cada rincón del mapa, con el tiempo las exposiciones de Baleztena llegarán a los siete continentes e ( Incluso hasta la Antártida, por qué no?)
El confinamiento del artista Tomás Baleztena
Con la llegada de 2020, la pesadilla del Covid y esta nueva era oscura que estamos viviendo acabo dando una sacudida a la obra de Baleztena . Para el artista la elección estaba clara. Se limitó a encerrarse en su estudio de su casa en Madrid y durante todo el tiempo que duró el confinamiento, con una actividad frenética se dedicó a pintar los demonios del Covid. Los resultados fueron una serie de pinturas psicológicas oscuras que exploran los efectos de Covid-19 en el cuerpo humano y la psique humana.
Cuando la mayoría pudo haberse alejado de la realidad, Baletzena se enfrentó de lleno a sus miedos personales: aislamiento, incertidumbre por el futuro, muerte y la psicosis que todas esas cosas traen consigo.
Para un artista conocido por inyectar en su trabajo una fuerte intensidad, La serie de las Las Pinturas del confinamiento a ha vuelto a poner el complicado nombre de Baleztena en los labios del mundo del arte, con una obra en particular, un retrato del actual presidente español, Pedro Sánchez, titulado ‘El psicópata’, que suscitó una reacción enorme como era de esperar.
El confinamiento del artista Tomás Baleztena
Ahora , recién acabada la serie de El Confinamiento, Baleztena está colaborando actualmente con la empresa de suministros de arte Winsor & Newton para impulsar la importancia de la pintura al óleo. Acaba de abrir el Estudio Baleztena, un estudio y galería, recientemente inaugurado en Madrid.
V: ¿Cuáles son tus primeros recuerdos de cuando comenzaste a pintar?
TB: Cuando era niño siempre veía a mi padre dibujar. Él era arquitecto lo veía trabajando y dibujando. Todo ese proceso creativo y ver la forma en la que trabajaba me animó a empezar a dibujar.
V: ¿Hubo un momento especial que te convenció que esto era lo que debías hacer el resto de tu vida?
TB: Siempre he sentido cierta inclinación por el arte y me sentí obligado a pintar y dibujar desde pequeño. Los primeros trabajos que hice fueron retratos de familiares y amigos y gente de mi alrededor. La verdad que fue calando en mí y siempre que tenía la oportunidad me ponía a dibujar.
V: El arte es un mundo bastante solitario y en ocasiones despiadado. Muchos artistas nunca se ganan la vida con su trabajo. Tenías alguna duda sobre el arte como una forma de ganarte la vida?
TB: Nunca tuve dudas. Siempre supe que era mi destino. No me quedaba otra opción que pintar. Por naturaleza, siempre lo he tenido dentro, necesitaba documentar y plasmar mi visión en el lienzo. Gravité hacia la pintura desde que tengo memoria.
V: ¿Por qué eligió el óleo como su medio preferido para trabajar?
TB: Trabajo en óleo principalmente porque la textura y el color es de mucha mejor calidad que en cualquier otro medio. Para mí, es más real, me parece la técnica más poderosa para trabajar. Tiene un abanico de opciones, peso, textura, tonos etc…