Cuando vi por primera vez algunas de las fotografías de Barbie tomadas por la fotógrafa Romy Querol, me cautivaron las imágenes y me di cuenta de lo actual que es Barbie y de cómo ha llegado a simbolizar el capitalismo de consumo y de que es una marca tan global como Coca Cola.
Barbie, una muñeca de plástico de 29 cm de altura con la figura de una mujer adulta, fue presentada el 9 de marzo de 1959 por Mattel Inc. Su aspecto físico fue modelado a partir de la muñeca alemana Bild Lilli, un atrevido regalo de broma para hombres basado en un personaje de dibujos animados que aparecía en el periódico de Alemania Occidental Bild Zeitung, y desde su nacimiento su cuerpo sexy ha incitado a la controversia.
En respuesta a la demanda de los consumidores, en 1961 nació Ken. Era el «accesorio» definitivo de Barbie. Ken es sólo Ken. Ken es un delicioso caramelo para el brazo, pero totalmente innecesario para Barbie, una mujer que puede hacerlo todo sola. El acompañante de Barbie por fin se ha dado cuenta de algo que el resto de nosotros sabemos desde siempre: es el universo de Barbie y él sólo vive en él.
Con el estreno de Barbie de Greta Gerwig: el éxito de taquilla de este verano, la serie Barbie de Romy Querol está de plena actualidad. Romy nació en Barcelona y reside en Ibiza, y su obra se ha expuesto en ferias de arte como Arco Madrid o Basel Hong Kong, en los Emiratos Árabes en Dubai y Abu Dhabi, en el Centro Cultural de Qatar en Doha, así como en numerosas galerías de todo el mundo.
Sus obras se encuentran en colecciones privadas de Nueva York, Los Ángeles, París, Londres, Abu Dhabi, Qatar, Montevideo, México, Milán, Ibiza, Madrid y Barcelona, entre otras.
«La Sensualidad Plástica del Pop Art», exposición que ha recorrido el mundo desde 2008, es una parábola en la que la artista nos invita a reflexionar, a través de sus retratos de Barbie, sobre las contradicciones del mundo en que vivimos. «Hace falta un ingenio especial y mucha delicadeza visual para desarrollar esta transformación con una cámara señala Roman Gubern -escritor, historiador de la comunicación, estudioso del erotismo y miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York-, pero Romy tiene una magia especial para encuadrar e iluminar. Así, es capaz de convertir una muñeca en un sensual objeto de deseo, sabiendo adaptar como pocos el erotismo y el arte de la sugestión».
Para Romy Querol el arte puede transformar cualquier objeto y darle un nuevo significado, así una Barbie de plástico puede ser erótica, con ese poder de moldear las formas, con el espíritu subjetivo del autor. En sus obras el color es la clave de esa transformación. Esa disparidad entre estilo y contenido se vuelve así una parábola que nos hace meditar sobre las contradicciones del mundo en que vivimos. Tienen pues una ambivalencia de significados que lo hacen un objeto útil para un comentario artístico sobre el mundo actual
En la serie de fotografías Barbie, Romy ha elaborado sus propias experiencias visuales, aprendidas de sus vivencias existenciales, su visión del universo femenino. Gran parte de su producción se desarrolla en el registro de lo imaginario. El voyeurismo está en el punto de vista de cada uno, no tanto como lo que se percibe en una imagen en una fotografía.
Sus fotografías muestran un mundo inquietante, responden al deseo de dar forma a la misma figura que representa el ideal teutónico de belleza. Y lo que encaja con la imagen de la mujer domadora, capaz de manejarse con soltura en todas las situaciones.
Según Diego Alonso-asesor de arte y marchante, «La interesante retórica de las obras de Romy Querol Soler, radica precisamente en su radical cambio de sentido de la simbología de Barbie o del origen de esta. Como signo profundamente arraigado en la lista de objetos de la cultura pop internacional, la artista juega con las connotaciones guiadas para invertir los conceptos y hablar de algo más contemporáneo, postmoderno (o quizás milenario), una idea de autosuficiencia y autonomía sobre el deseo convirtiéndose por doble sentido en un juego contrastado entre la soledad y la comunión con el mundo que nos rodea.
La Muñeca como representación plástica de la feminidad se convierte en un medio para transmitir los sentimientos sexuales de una mujer libre en un universo carnal del que nos alejan cada vez más los sentidos plásticos y sintéticos. El deseo del cuerpo, el deseo de la animalidad humana parece subyugado en un momento histórico en el que la amnesia del consumo se centra en el bienestar físico, el deporte y el buen comportamiento. La necesidad y el deseo son sustituidos por el capricho hiper-lógico y el hiper-erotismo, como si la Libertad completa contemporánea nos hubiera convertido en esclavos de nuestra contención forzada.
Tuve la oportunidad de entrevistar a Romy en su casa de Ibiza.
CM- ¿Has visto la película de Greta Gerwig?
RQ- Aún no he tenido la oportunidad, pero tengo muchas ganas de verla.
CM- ¿Jugabas con barbies cuando eras niña?
RQ- Sí. Las muñecas hacen que las niñas tengan sueños hermosos y que crezca su conciencia de ser mujeres, es como un ritual de iniciación para todas nosotras. Gran parte de mi producción se desarrolla en el registro de lo imaginario. En esta serie de fotografías, utilizo la imagen visual de esos fetiches de mi infancia, pero los transformo en una visión onírica del erotismo con las herramientas de mi arte, el color, la composición, la textura fotográfica, todo eso.
CM- ¿Por qué́ se te ocurrió́ utilizar las barbies como material para sus fotos?
RQ- Son un icono kitch de la cultura conservadora que siguen atrayendo por su perfecta frialdad, similar al del movimiento conservador americano de donde surgieron las muñecas. Tienen pues una ambivalencia de significados que lo hacen un objeto útil para un comentario artístico sobre el mundo actual.
CM- En los últimos años los fotógrafos han fantaseado con la vida de Barbie en el mundo real, con la princesa Disney en el mundo real. ¿Las fotos, destruyen los cuentos de hadas?
RQ- Sí, las Barbies eran el ideal de belleza que las madres querían enseñar a sus hijos. Como artista quiero provocar al público añadiendo un erotismo a ese icono de la mujer suburbana ideal de los años cincuenta… utilizando colores fuertes y composiciones distorsionadas que rompen ese cuento de hadas.
CM- A muchos padres no les gusta la muñeca Barbie por su figura inverosímil. Es demasiado delgada. Las niñas quieren ser como sus muñecas. Les imponen estereotipos. Volvemos al problema de la anorexia. ¿Quieres retratar a Barbie con una figura más cercana a la realidad?
RQ- Siempre encontramos personas, tanto hombres como mujeres, consideradas muy bellas, según el canon de belleza de sus respectivas épocas: en el caso de las mujeres la mayoría con sobrepeso, desde la Venus de Willendorf, Afrodita, diosa del amor y la belleza en la mitología griega hasta Brigitte Bardot en los años 50 según el canon de belleza francés. Sólo recientemente el mito de la mujer delgada y en forma ha provocado en el público femenino joven la idea de que ser delgada es bello. Así pues, las Barbies fueron de hecho el primer prototipo de mujer delgada en la industria de las muñecas.
CM- Hoy en día, en nuestra sociedad, referirse a una mujer como Barbie se considera un insulto, como si se dijera que la mujer es un objeto.
RQ- Al contrario, Barbie ha ayudado a la evolución de la mujer. Ha desempeñado más de doscientos trabajos, como piloto de las fuerzas aéreas, ingeniera robótica, doctora de bebés, exploradora de Marte y presidenta, ¡incluso antes de que una mujer se sentara en el despacho oval!
CM- Por favor, habla a nuestros lectores de la primera foto de Barbie. ¿Por qué elegiste esta muñeca?
RQ- Elegí una composición rota, para revelar sólo una parte de la muñeca, de modo que el público debe completar la figura con su imaginación para que en él resida el erotismo oculto de las fotografías; también, en los colores cálidos y las líneas fuertes, tan opuestos a la imagen dulce y neutra que transmiten las muñecas tridimensionales tal como las concibieron sus diseñadores.
CM- Los fotógrafos suelen hacer fotos eróticas para campañas publicitarias, revistas de moda. El sexo vende bien. ¿Crees que la gente se cansa alguna vez del cuerpo desnudo?
RQ- La explotación del cuerpo desnudo con fines comerciales es diferente del arte de la figura humana, del que la gente nunca se cansa, porque es la máxima expresión del amor y la belleza, aunque la línea entre ambos a menudo se difumina.
CM- Me parece que hacer una foto provocativa o sexy con una modelo completamente vestida es más difícil. Por ejemplo, las famosas fotos de Monroe o Hepburn. Están vestidas, pero son muy seductoras. ¿Por qué ahora no se hacen fotos así?
RQ- Precisamente porque explotan el cuerpo humano sólo para vender un producto de consumo. Pero todavía hay artistas que crean seducción con la ropa y excelentes fotógrafos del arte de la moda que saben realzar la figura femenina con las texturas y formas del textil.
CM- El arte de la fotografía es algo muy subjetivo. A mucha gente le gustan los trabajos de Terry Richardson, pero hay gente que llama a los editores a boicotear los suyos. ¿Cuál es tu índice de éxito como fotógrafo?
RQ- Lo que me gusta de Terry Richardson es cómo impone su estilo simpático a todos sus sujetos. Es un maestro a la hora de reflejar un carácter detrás de una sonrisa.
CM- ¿Sigues trabajando en la serie Barbie?
RM- Desde principios del año 2000 he seguido trabajando en las distintas series de Barbie que pueden verse en mi sitio web. Como procedo de la publicidad y el periodismo, he titulado las series de forma divertida.
CM- Ahora mucha gente está obsesionada con la fotografía. Todos los días la gente hace fotos, las comparte. Cualquiera puede llamarse fotógrafo. ¿Te gustaría estar en una época en la que la gente rara vez fotografiara?
RQ- Al contrario, es reconfortante que tanta gente tenga ahora acceso a la alta tecnología, ya que libera sus capacidades creativas para expresar sus emociones. Si Andy Warhol dijo que todo el mundo merece 15 minutos de fama en su vida, yo creo sinceramente que todo el mundo tiene muchos sentimientos en el alma que reflejan maravillosamente en sus fotos caseras. Pero el profesional añade su técnica y creatividad que sigue diferenciando su oficio como obra de arte.
CM- ¿Qué corrientes -o artistas- del arte y la fotografía te gustan?
RQ- Me atrae la obra de Murakami, Saint Phalle, Daan Roosegaarde. Entre los clásicos del arte pop, mencionaría a Rauschemberg, Richard Hamilton, Hockney y la iconoclasia de Johns.
CM- Vives en Ibiza. ¿Hay alguna razón artística para vivir en la isla mágica?
RQ- Paso muchos meses en la isla, su forma de vida natural me inspira.
Por favor visitar la página web de la artista www.romyquerol.com
Por Carlos Mundy