Un viaje al sur de Sri Lanka seduce porque el visitante encontrará en esta isla al sur de la India todo lo que necesita para disfrutar unas vacaciones de ensueño: Playas interminables de arena dorada, resorts de lujo, extensas plantaciones de té, milenarios templos budistas y tratamientos de la medicina ayurvédica, la más antigua técnica curativa del mundo.

En sus orígenes, hace más de 150 millones de años, Sri Lanka estaba situada al sur junto a la India y Madagascar, que se encontraban en el centro de un enorme continente conocido como Gondwanaland. Posteriormente, India y Sri Lanka se desplazaron hacia el norte para encontrarse con Asia y después los puentes de piedra caliza que unían estos dos lugares se sumergieron en el océano dejando una separación de 30 kilómetros entre ellos que ocupa el estrecho de Palk. Esa separación física convirtió a la antigua Ceilán, Sri Lanka desde 1972, en un país no tan masificado como su vecina India con 1.300 millones de habitantes y, en definitiva, en una isla con tal cantidad de culturas, paisajes y climas que solo se podrían descubrir en otros países de mayor extensión.
En la actualidad, Sri Lanka, ocho veces más pequeña que España, se enorgullece de sus ocho lugares declarados Patrimonio Mundial de la UNESCO y de sus increíbles reservas naturales y parques nacionales, donde se puede observar en libertad al elefante, el leopardo, los búfalos de agua y a miles de aves que encuentran su refugio en los bosques lluviosos o en la bella costa del sur con sus asombrosos arenales vírgenes. Un rincón meridional en esta isla, al que algunos románticos llamaron “la lágrima de la India”, para disfrutar entre templos budistas milenarios, extensas plantaciones de té y playas de coral y palmeras al borde del más bello Océano Indico,
LOS AIRES EUROPEOS DE GALLE Esta ciudad portuaria del siglo XVII es el mejor ejemplo de una ciudad fortificada construida por los europeos en el sur de Asia. Fueron los holandeses quienes levantaron en este punto calles, edificios coloniales y un fuerte que iniciaron en 1663 ocupando gran parte de un promontorio rodeado de agua en casi todo su perímetro. En su interior se esparcen más de 400 casas históricas, a las que hay que añadir iglesias, templos, mezquitas, antiguos edificios gubernamentales y, sobre todo, tiendas, galerías de arte, hoteles-boutique y cafés que impregnan a este destino costero de un encanto especial con coches antiguos incluidos. A algunos visitantes les recuerda a La Habana y otros lo asocian con el Marrakech de hace 30 años cuando los europeos comenzaron a comprar y revitalizar los riads. Lo que no ofrece dudas es que Galle muestra una gran vitalidad gracias a la fusión de los estilos arquitectónicos europeos y asiáticos, un hecho que convenció a la UNESCO para incluirla en su lista de Patrimonio Mundial.
LOS PESCADORES ZANCUDOS La imagen más popular de la antigua Ceilán es la de los pescadores del sur de la isla cuando acuden a sus zancos de entre tres y cuatro metros de altura, a primera horas de la mañana y al atardecer, para capturar arenques y caballas que introducen en las bolsas de plástico que llevan atadas a su cintura. Se les puede encontrar en las playas más cercanas a Galle, próximas a la bahía de Weligama, encaramados en estos postes de madera que cuentan con una barra perpendicular (“petta”) donde se sientan para pasar varias horas pescando con grandes dosis de paciencia.
la isla de la felicidad

Al parecer este sistema de pesca surgió tras la II Guerra Mundial cuando los pescadores aprovecharon las barras de hierro abandonadas con el fin de capturar a sus presas cuando los peces suben a la superficie.
EL CULTO AL TÉ Antiguamente las tierras altas de Sri Lanka eran montañas cubiertas de selva, pero los británicos cambiaron la fisonomía del país al reforestar la selva y transformar las montañas en una gigantesca extensión de plantaciones de té. En la actualidad, el país es famoso en el mundo entero por ello y visitar una plantación de té resulta una experiencia inolvidable.
EL SANTUARIO DE LOS ELEFANTES Desde Tangalle solo son necesarias dos horas en coche para visitar el Parque Nacional de Uda Walawe, el mejor lugar para ver de cerca a los elefantes salvajes en Sri Lanka, especialmente a primera hora de la mañana. En esta enorme y verde sabana hay unos 600 elefantes en libertad, las auténticas estrellas de este santuario natural, pero también se ven rebaños de búfalos salvajes, cocodrilos, leopardos, ciervos sambares y una gran colonia de aves, que hacen pensar al visitante que se encuentra en el África oriental. La excursión se realiza en “jeep” descubierto por las pistas de tierra de esta zona protegida para facilitar el avistamiento del elefante, el animal mas venerado y protegido del país hasta el punto de que matar a un solo ejemplar está castigado con pena de muerte.
SRI LANKA
LOS TEMPLOS BUDISTAS Toda la costa del sur de Sri Lanka, como en el resto del país, está salpicada de templos. Uno de los más sagrados es el templo budista Wewurukannala, reconocible por la figura de un Buda sentado de 50 metros de altura y por su colección de devotos en su interior. Se trata

de la estatua de Buda sentado más alta del país. También sorprende en este templo una “sala de los horrores” subterránea con reproducciones de demonios, pescadores y castigos que les espera a aquellos cuyo comportamiento no es el correcto para las leyes budistas. También en el área de Kalutara es aconsejable visitar el templo Kalutara Bodhiya, el edificio más importante de la ciudad, que se divisa siempre desde la lejanía por su gran pagoda elevada hacia el cielo. Este edificio tiene un apreciado valor arquitectónico y el que se acerca hasta sus muros puede acceder también al interior, así como a un sagrado árbol de Bodhi de más de 2.000 años de antigüedad. También asombra en los alrededores el templo Kande Viharaya, ubicado en Aluthgama, al comprobar como miles de devotos acuden diariamente a este recinto para cumplir sus ritos religiosos. El templo, construido en 1734, recibe el nombre de “Kande Vihara” por estar situado en la cima de una colina y se ha convertido en uno de los lugares más venerados de Sri Lanka. La pieza más importante del templo es la gigantesca estatua de Buda Samdhi, erigida en 2006, que mide 48 metros de altura.
